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Piensa-miento

Pienso... tic, tac, tic, tac,..  el sonido de un viejo reloj de pared es lo único que suena cerca de mi. La habitación está vacía, me encuentro sólo escribiendo encima de un viejo taburete, con una pluma a punto de quedar sin tinta que siempre cargo en el bolsillo izquierdo de la parte interna de un abrigo un poco viejo, arrugado y con un leve olor a tabaco de días pasados. De cuando en vez camino, mis botas hacen compás en el tosco piso de madera,  cada paso combina con el sonido del reloj, y cada paso levanta un amargo olor a húmedad. Un olor que me recuerda a un par de libros que tengo en el gabinete de mi cuarto, editoriales que ya no existen, algunos faltos de páginas que hacen inconclusas las historias, otros de filosofía que jamás entendí pero guardé para nutrirme de intelecto que, seguramente, me haría un charlatán social en esas fiestas de gala en el que la gente bebe champaña en copas altas. Yo prefiero el vodka; largo y de un solo tiro. Me gusta beber mientra...

Definición

Hacer el amor va más allá de lo que siento cuando lentamente pero con la mirada fija, quito una por una las prendas que traes puestas. Esa sensación de deseo y amor, la tentación de besar cada parte de tu tersa piel que me acobija cuando me abrazas. Hacer el amor va más allá de llenarnos de orgasmos, de los gemidos excitantes o del sudor que es inherente a la situación. No sólo son las aruñadas de placer, las palabras sucias al oído o los te quiero que gritas entre suspiros ahogados en satisfacción. Hacer el amor es acostarnos toda la tarde, quizá en medio del calor, quizá cuando llueve, a hablar de esas cosas en las que sólo ambos nos entendemos. Es reírnos en medio de un beso, seducirnos con la mirada o jugar a que somos desconocidos y bailamos a un solo son coqueto. Es tomarnos de la mano mientras caminamos en el centro, o cuando vamos en el metro hacia algún lugar. Esa permanecer en silencio escuchando la respiración del otro y sentir que es melodía. Es dormir acurrucados evit...

Sensaciones

Si tan sólo supieras lo que causas en mi, quizá dejarías de sonreír, tus besos no serían magia, tus abrazos se volverían fríos, y tus ojos no brillarían... lo sé porque te asustaría creer que siento que te quiero conmigo por toda la vida. Y sí, no lo negaré, puesto que imaginar mis días contigo se hizo parte de mi común. El soñar despierto que bebemos vino frente a la chimenea, o que viajamos por lugares increíbles. El desear estar cada segundo contigo, no importa si es en la banca de un parque criticando la gente que pasa, si es en la disco estrujados mientras nuestros cuerpos se mueven al unísono, o si es tomados de la mano caminando por el centro de la ciudad.  Si tan sólo supieras que cada vez que llego a verte se me revuelca la vida, causas una explosión de dopamina y endorfinas dentro de mi, me hago tonto, no coordino, me tiemblan las piernas, mis manos sudan frío, mi voz se quiebra y la lengua se enreda para hablar. Y lo mejor de esto, es que lo disfruto. Disfruto de ti...

De borradores encontrados...

La mano no siempre escribe lo que la mente dicta. Las ideas se estancan, nada sale, nada fluye…  sólo son un montón de hojas llenas de tachones, de frases sin sentido, de poemas en prosa que no significan nada.  Sólo son susurros que divagan por ahí, locos, sueltos, buscando ser parte de un relato de amor. Acá estoy yo, de nuevo bajo la tenue luz de mi escritorio, con un esfero a media tinta, un pocillo con café frío, un cenicero lleno de colillas a medio fumar, y una mente repleta de pensamientos enredados, confusos, efímeros. Mi corazón callado y cabizbajo, roto y agónico por no darle orden a tantos sentimientos, grita desesperado desde lo profundo de mi pecho. Aumenta la presión, aniquila mis sentidos, nubla mi quietud y me ata contra el muro, sin permitirme liberar este nudo de sensibleria. Acá me encuentro de nuevo, amandote en silencio, huyendo de ti cada vez que nos cruzamos, imaginando como el sexo nos descontrola y nos hace uno. Acá estoy de nuevo desbordado de...

Carta a un amor que no volverá

Mia: ¡Que me lleve el putas! La vida es una mierda desde que te fuiste. El puto doctor ese, que ni doctor será. Ese que me recomendaste, me diagnosticó "síndrome de Fregolí". Un pinche putito ese, ¿eh? Y que dice, además, que ando alucinando. El no me cree que sé que estás acá. Dice que mejor me tome los medicamentos y que eso me va a mejorar. Me recomendó salir con mis amigos, ¿puedes creerlo? ¡que salga, me dice el lamebolas ! ¿Y a donde voy a salir? Cada calle que camino trae tu aroma. Cada baldosa de La Central me recuerda cuando, entre risas, jugabas a no pisar las rayas. Me dice también que tenga contacto con la naturaleza... pero es que el no sabe que en el Parque Nacional, cada árbol está marcado con nuestras iniciales y la fecha en que la tallamos. Y que, seguramente, habíamos hecho el amor ahí, desbordando adrenalina por ser descubiertos. Han pasado un par de semanas desde que te fuiste. ¿Por qué carajos me dejaste? Ahora estoy yo, sólo, bebiendo y fumando, con ...

Microrelato - Pensamientos

He perdido ya la cuenta de las veces que debo refugiarme en las palabras para liberarme de lo que siento. Hoy es otro de esos días en los que siento que nada esta bien, así me equivoque. Hoy es otro de esos días donde las horas se me van pensando en la existencia de mi ser, en si estoy haciendo las cosas de la manera correcta, en si soy suficiente para alguien o si algún día lo llegaré a ser. Hoy los minutos son segundos, y mi cabeza un laberinto de pensamientos, de sueños frustrados, de ideas enredadas. Hoy todas esas fotografías mentales que parecían reales se están yendo con el viento.  Hoy llueve, llueve duro y las gotas golpean con fuerza la ventana, suenan en mis oídos cada una como explosiones, la siguiente más fuerte que la anterior. Y cada explosión me mata, y en cada muerte, mi último pensamiento eres tú. Si, tu. Tan sincera y real, tan consentida y caprichosa, tan sencilla y perfecta. Eres tu quien me abraza en ese efímero momento, cuando imagino que me miras como ...