Encuentro
Empieza la noche, un par de cervezas a medio beber, la música de fondo que altera un poco nuestros sentidos, el ambiente frío, y ante todo; ganas, muchas ganas de estar donde estamos.
Los latidos se tornan fuertes, las caricias aun más sentidas. Los besos son mas húmedos y pasionales según avanzan los minutos donde surgen. Tu piel, la mia, tus manos en mi rostro y mis labios en tu cuello. Calor, sensaciones nuevas, nervios exorbitantes... ¿cuánto tiempo ha pasado desde que imaginamos que esto podría suceder?
Un beso que da inicio a todo, un beso suave pero provocador, uno de esos que nos acelera la respiración, que te provoca morderte los labios y a mi tomarte con fuerza de la cintura.
El primer botón de tu blusa expuesto, me da para besar tu pecho y ese encantador universo de lunares que te invaden de manera sigilosa pero bastante medida. Uno, dos, tres besos por cada uno de ellos. Cuatro, cinco, seis, la cuenta no se detiene, se prolonga. La tensión no es mala, solo nos provoca más.
Miradas de coquetería, de sensaciones, de curiosidad. Estamos donde hemos querido estar por mucho tiempo. Tus piernas tiemblan ligeramente, subes encima de mi, mis besos se prolongan y uno a uno suelto los botones restantes de una blusa que por alguna razón indescifrable, amo como hace juego con tus ojos. Estas encima de mi y eso es el paraiso, besar tu pecho y sentir tu piel deja de ser un anhelo y comienza a ser una realidad perfecta, un sueño cumplido. La música de fondo solo hace que el momento suene a gloria.
-¿Vamos arriba?- palabras suaves que musitan tus labios. Y que después de un par de besos, y de consentir tu piel, se hacen realidad. La cama, tu sentada y curiosa. ¿Yo? Absurdamente encantado. Invadido por el extasis de tu cuerpo, de tu ser. La ropa sobra, no la queremos con nosotros. Ahora eres tu quien suelta los botones mi camisa. Los besos dados son mas pasionales, menos lentos. Pero cargados de extasis, de deseo. Poco a poco todo se torna más lento, y entre risas y comentarios solo estamos tu y yo disfrutando de lo que sucede. De los besos húmedos que nos invaden el cuerpo, que nos sacian el alma... tu boca se desliza por mi pecho, besando con cautela como si de una porcelana se tratara, tu piel se tensa con las caricias de mis toscas manos en tu espalda, analizo cada detalle de ti, de lo que eres. Tus ojos brillan como siempre, como me gustan... es un extasis el momento. Tu respiración agitada se torna mas intensa, cada vez muerdes más tu labio. Me besas más, me acaricias más, me das mas de ti y de todo lo que siempre soñamos.
Por primera vez estamos juntos. Y si. Siento lo que pensé que sentiría, y espero no equivocarme ahora al confesarlo... pero en ese preciso momento, solo eramos tu y yo, no importó tu historia o la mía, no importaba nada que no fueramos nosotros, solo como nos sentíamos... y lo perfecto que fue. No importó nada que no fuera el estar ahí, plenos de pasión, abordados por la lujuria y las ganas. Queriéndonos como lo hacemos, un poco en silencio, y un poco a escondidas, pero queriéndonos de maneras propias.
Hoy, amanecí pensando en todo lo que durante mucho tiempo pudo ser, y no lo fue, y todo lo que ahora, con más deseo, sueño que sea. Hoy, al despertar, solo sentí que te quiero aún más, y que aunque el camino sea confuso, y quizá largo, espero el día para caminarlo a tu lado. Porque me encantas, porque te quiero, porque te todo contigo.
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