Identidad

(I) Me encuentro solo, en ese momento donde las cosas no son lo que esperamos pero no nos tienen inconformes con lo que vivimos a diario. Algunas veces el cigarrillo que cuelga de mis labios no es suficiente para dejar a un lado toda la mierda mental que me atrapa. Solo me pregunto una y otra vez: ¿Por qué ahora? ¿Por qué a mi? A veces hallar respuestas no es la solución. He aprendido a dejar que el flujo del destino haga lo que tenga que hacer conmigo, para seguir adelante, para no estancarme en este profundo pozo que a veces carga consigo tristeza, desespero, ansias.  Acá me encuentro solo en un lugar que no tiene salida, o por lo menos, un lugar del que no quiero irme. Solo, con un café caliente y sin azúcar, algo amargo, una vela que pretende calentar este tenue  lugar y mi agonía, por algo que no descubro aún. (II) Camino en pasos largos, pisadas fuertes que dejan marca, cada paso es el golpe de un tambor, algo que penetra mi corazón desapaciblemente. Cada gol...

Hoy te escribo a ti, después de tanto de no hacerlo. Después de tanto de no pensar, de no sentir ni imaginar. Después de llorar a solas, después de reír toda una tarde. Después de haber visto  cien atardeceres, y contar estrellas en quinientos anocheceres. Hoy te escribo a ti, que sabes quien eres, y si me lees lo entenderás.  Hoy te escribo a ti, porque me gustas, porque me llamas, porque me hablas, porque me miras, porque me acaricias, porque me bailas, porque me sientes, porque me sonríes, porque me das de ti, porque me abrazas, porque me todo, porque me nada. Te escribo a ti porque quería hacerlo, porque hace tanto tiempo que no podía abrir mi mente en esta fría soledad, en este nudo de sentimientos que me impide continuar.  Te escribo a ti porque quiero que lo leas, porque quiero que lo entiendas, porque quiero que me veas y sonrías, que me pienses y me llames, que me digas que me sientes, que me sueñas, que quieres besarme y dormir, que quieres despertar y besa...