Encuentro
Empieza la noche, un par de cervezas a medio beber, la música de fondo que altera un poco nuestros sentidos, el ambiente frío, y ante todo; ganas, muchas ganas de estar donde estamos. Los latidos se tornan fuertes, las caricias aun más sentidas. Los besos son mas húmedos y pasionales según avanzan los minutos donde surgen. Tu piel, la mia, tus manos en mi rostro y mis labios en tu cuello. Calor, sensaciones nuevas, nervios exorbitantes... ¿cuánto tiempo ha pasado desde que imaginamos que esto podría suceder? Un beso que da inicio a todo, un beso suave pero provocador, uno de esos que nos acelera la respiración, que te provoca morderte los labios y a mi tomarte con fuerza de la cintura. El primer botón de tu blusa expuesto, me da para besar tu pecho y ese encantador universo de lunares que te invaden de manera sigilosa pero bastante medida. Uno, dos, tres besos por cada uno de ellos. Cuatro, cinco, seis, la cuenta no se detiene, se prolonga. La tensión no es mala, solo ...